miércoles, 21 de diciembre de 2011

EPISODIOS DE LA RESISTENCIA MAYA


Por Carlos Chablé Mendoza

La historia de resistencia de nuestros pueblos originarios esta llena de altibajos y por tanto de muchas enseñanzas. En nuestro caso, el papel que jugaron los líderes mayas en la resistencia, para bien o para mal, resulta ejemplificante. Conocer los episodios de la lucha victoriosa de nuestros abuelos y de ese aguante histórico podría servir a los líderes de hoy para sistematizar, aprender y rectificar. Claro que ahora los métodos deben ser distintos pues nadie quiere guerras. Los abuelos mayas recuerdan con tristeza la campaña de exterminio aplicada contra sus padres y madres, las epidemias, la escasez, la vida en la selva que fue la mejor protectora de aquellos que fueron conocidos en el mundo como Los hijos de Dios.

En esta ocasión mi comentario se refiere a hechos que ocurrieron entre 1850 y 1915, lapso en el que José María Barrera, Manuel Nahuat, Bonifacio Novelo, Venancio Puc, Florentino Chan, Crescencio Poot , Bernardino Cen, Guadalupe Tun, Sil May, Florentino Cituk, Juan Bautista Vega, Francisco May, entre otros lideres, fueron protagonistas de la resistencia maya.

La guerra y el tren de Santa Cruz…

Aunque ya ocurrían levantamientos desde varios años antes el 30 de julio de 1847, según la historia oficial, inició en Tepich lo que se conoce como la Guerra de Castas. Luego de tres años de lucha sostenida contra los blancos, los mayas rebeldes se replegaron estratégicamente al sur oriente de la Península de Yucatán, se hicieron nuevamente dueños de un inmenso territorio y fundaron su capital sagrada: Santa Cruz X-Baalam Naj, hoy Felipe Carrillo Puerto, el 15 de octubre de 1850. Alejados del gobierno central vivieron medio siglo recreando su cultura y practicando una nueva religión en torno a la Santísima Cruz.

Pese a que el gobierno del dictador Porfirio Díaz no lograba aun el control de esta región otorgó una concesión, en 1897, a la Compañía Ferrocarriles Sud orientales de Yucatán. Según esa concesión la compañía debía construir una vía férrea de Peto a la Bahía del Espíritu Santo, otra vía de Valladolid a Tihosuco u otro lugar que entroncara con la línea Peto-Bahía de la Ascensión, además de otra vía de Tihosuco a la Bahía del Espíritu Santo.

Luego de cuatro décadas en las que los mayas rebeldes de Santa Cruz gozaron su autonomía, el 19 de diciembre de 1898 comenzó oficialmente la última campaña militar en su contra. Esta campaña habría de tener el suceso mas álgido el 3 de mayo de 1901 cuando el general Ignacio A. Bravo y su ejercito tomó la plaza de Santa Cruz X-Baalam Naj encontrándola desierta.

Habían sido varios los intentos del ejército para llegar a Santa Cruz y lograr la pacificación de los rebeldes. Era tal la necesidad de controlar las grandes riquezas naturales de esta porción sur-oriental de la Península de Yucatán que el congreso yucateco autorizó el 2 de febrero de 1900 un empréstito por 300 mil pesos para financiar dicha campaña.

De esta manera, luego de casi dos años y medio de iniciada dicha campaña el ejército llegó como señalamos en mayo de 1901 a la capital maya y de inmediato comenzaron los estudios para establecer un ferrocarril militar. En diciembre de 1901 se contrató en Nueva Orleáns el material para instalar el ferrocarril que consistía en 60 kilómetros de vía férrea de 60 centímetros de ancho, diez carros furgones de 6 toneladas, catorce carros plataforma de 3 toneladas y tres locomotoras de 40 HP. El costo total fue de 239 mil 967.59 dólares, a lo que se sumó la cantidad de 8 mil 622 dólares para herramientas, construcción de plataforma y arreglo de la vía.

La construcción de la vía cubrió el trayecto de casi 57 kilómetros entre Vigía Chico y Santa Cruz de Bravo, y como parte de su funcionamiento se construyó también un sistema telegráfico, todo para lograr la pacificación. La acción militar contra los mayas fue brutal, genocida.

Hasta el 1 de junio de 1904 se dio por terminada oficialmente la campaña contra los mayas. El 6 de diciembre de ese mismo año el congreso de la Unión otorgó al general Porfirio Díaz una condecoración, la del Gran Cordón del Mérito Militar, por haber logrado con “la conquista de los mayas rebeldes de Quintana Roo la unión de la patria”.

Los trabajos para la construcción de la vía del tren militar concluyeron a fines de 1904 pero su inauguración oficial fue hasta el 4 de septiembre de 1905. Esta obra siempre estuvo vinculada con la campaña de exterminio de los mayas cruzoob ya que el ferrocarril militar posibilitó el aprovisionamiento de las tropas federales, por ello también durante siete años los mayas realizaron hostigamientos y ataques constantes al tren militar.

En 1915, luego de que el gobierno revolucionario devolvió Santa Cruz a los líderes mayas estos deciden destruir lo que quedaba del ferrocarril militar y el sistema telegráfico, así como de todo aquello que les recordara la etapa de persecución implacable que realizó contra los mayas el general Bravo y sus tropas.

El fundador de Santa Cruz murió un 31 de diciembre…

A punto de concluir 2011, considero importante destacar la figura de Don José María Barrera, el fundador de Noj Kaaj Santa Cruz. El nació en Peto, Yucatán en fecha aún no precisada y como Jacinto Pat y Cecilio Chi formó parte del ejército yucateco. Durante las pugnas entre los distintos grupos de la burguesía yucateca luchó a lado del coronel José Dolores Cetina y alcanzó el grado de sargento primero. Luego de desertar se unió a don Jacinto Pat y en la etapa más álgida de la guerra fue conocido por su bravura en el combate contra los blancos.

Barrera fue probado defensor de la causa maya, arrojado en las batallas, compartía con Jacinto Pat la idea de que podría llegarse a un acuerdo con el gobierno de Yucatán que pusiera fin a la conflagración iniciada en julio de 1847. De hecho, José María Barrera fue participe en la iniciativa del Tratado de Tzucacab firmada por Jacinto Pat con el gobierno pero que luego desconoció Cecilio Chí.

Aunque consideraba junto con Pat que podía llegarse a establecer acuerdos con el gobierno yucateco que pusieran fin a la guerra, nunca aceptó la rendición como alternativa.
Cuando el ejército yucateco pasó a la contraofensiva los rebeldes se replegaron a la parte suroriental de la península y con su liderazgo consolidado entre los mayas rebeldes, José María Barrera guió a sus tropas hasta el sitio en el que se fundó el 15 de octubre de 1850, Noj Kaaj Santa Cruz Baalam Naj Kampokolche, hoy Felipe Carrillo Puerto, la capital sagrada del inmenso territorio maya que hoy es el estado de Quintana Roo.

Barrera era uno de los objetivos principales en los ataques del ejercito, así el 23 de marzo de 1851 logró escapar de un intento de asesinato comandado por el coronel Novelo en uno de sus ataques a Santa Cruz, su principal seguidor don Manuel Nahuat no logró huir y cayó muerto en esa ocasión. Don José María Barrera moriría en Yokdzonot el 31 de diciembre de 1852 después de un combate con el ejército cerca de la Bahía de la Ascensión.

Como una manera de recordar y homenajear al fundador de Noj Kaaj Santa Cruz X-Baalam Naj, hoy Felipe Carrillo Puerto, la sala de usos múltiples de la Casa de la Cultura de esta ciudad lleva el nombre de “José María Barrera” desde el 15 de octubre del 2010.

Para rememorar sus acciones libertarias y su probada lealtad al pueblo maya, por cumplirse los 159 años de su muerte, rendimos homenaje a José María Barrera y a todos nuestros ancestros que junto a él supieron mantener en alto las banderas de la resistencia, la libertad y la autonomía. Por eso Barrera forma parte de la iconografía de la resistencia maya para ejemplo de las nuevas generaciones.

Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo, Diciembre de 2011.