jueves, 22 de octubre de 2009

PARA SEGUIR CONSTRUYENDO PATRIA


Hacia la celebración del 160 aniversario de Noj kaaj Santa Cruz X Balam Naj

Por Carlos Chablé Mendoza
Cronista de Felipe Carrillo Puerto.


La celebración del bicentenario de la Independencia y del centenario de la Revolución el próximo año 2010 puede tener una mayor relevancia y significado si los encargados de organizar los festejos toman en cuenta que se cumplirán también los 160 años de la fundación de la ciudad. La celebración que se impulsa desde el gobierno federal tendría mas sentido y podría enraizar en los carrilloportenses si se le ve incluso como el marco para conmemorar uno de los elementos de nuestra identidad: el surgimiento de Noj kaaj Santa Cruz X Balam Naj, ayer capital de la nación maya y génesis del estado de Quintana Roo.

2010 debe servir también para destacar la importancia de nuestro proceso histórico regional mismo que no puede pasar desapercibido pues el pasado de nuestra ciudad es ejemplo de resistencia y de lucha victoriosa por la independencia y la autonomía. No existen muchos ejemplos de rebeliones indígenas triunfantes y la Guerra de Liberación Maya de 1847 tuvo como resultados una nación con territorio, ejercito, cultura y estado autónomo e independiente del gobierno central mexicano por espacio de medio siglo. Todo esto provocó la creación del territorio federal y su posterior conversión a entidad federativa.

Hace unos diez años en una entrevista la maestra Teresa Gamboa Gamboa me comentaba que si el 12 de octubre de 1492 significaba un día de luto pues con la llegada de los españoles inició el exterminio de los pueblos y culturas indígenas de nuestro continente, el 15 de octubre de 1850 puede ser un día de fiesta por el renacimiento de los pueblos, en especial del pueblo maya con la creación de Noj kaaj Santa Cruz X Balam Naj, hoy Carrillo Puerto.

Somos resultado de un conflicto de dimensión peninsular que ocurrió precisamente entre dos importantes etapas de nuestra historia, entre la Independencia y la Revolución. La Guerra de Liberación Maya o Guerra de Castas de 1847 fue muestra de que la Independencia obtenida solo beneficiaba a los criollos pues les permitió montar su sistema explotador de la fuerza de trabajo indígena que implicó el despojo de sus tierras a los mayas para dedicarlas al cultivo de caña, cría de ganado y luego al cultivo del henequén. El surgimiento de las haciendas fue una forma de manifestarse del desarrollo capitalista que entró inmediatamente en conflicto con los pueblos indígenas pues los convertía en peones y se afectaba directamente las tierras que dedicaban a las milpas.

La consumación de la Independencia y la consolidación de México como “nueva patria” no cambió en forma sustancial la situación que vivían los mayas y solo justificaron la continuación de la resistencia y lucha contra el colonialismo vigente aún luego de veinte años de consumada la independencia.

Por eso es grave quitar de los libros de historia etapas tan importantes como la conquista y la colonia, ambas dejaron tales huellas y traumas en los pueblos originarios que aún hoy siguen lacerando a sus descendientes.
¿Por qué cercenar entonces la historia? No podríamos explicar el surgimiento de la antigua capital maya masewal, declarada por cierto hace dos años capital de la cultura maya, sin hablar de los antecedentes del levantamiento de 1847 que fue continuación de la lucha para recuperar la autonomía arrebatada por la conquista y en contra del neocolonialismo.

El rumbo que tomen las celebraciones de 2010 debe ser el de aprovechar la coyuntura para enterar a los niños y jóvenes de nuestro pasado, no solo de la herida causada con la conquista y la colonia, sino del pasado glorioso del pueblo maya. Debe servir la próxima conmemoración para destacar y hacer visibles a los ojos y conciencias juveniles los elementos que conforman nuestra cultura e identidad, insumos indispensables para seguir construyendo patria. Porque patria es el lugar donde descansan los abuelos, los de todos no solo los de algunos y nada tiene que ver con lemas partidistas.

Si las celebraciones de 2010 van hacia la consolidación del estado neocolonial en el que se rinde culto a héroes y pueblos muertos, en donde se celebra al indio antiguo pero se sigue discriminando al maya vivo; si la celebración del bicentenario y del centenario se usan para fines distintos a la consolidación de nuestra identidad y sirven solo para obras y acciones de relumbrón, entonces solo confirmarán que existe una iniciativa del régimen panista para seguir desmemoriando al pueblo. Un pueblo sin memoria, ignorante de su pasado es fácil de ablandar.

La diversidad social, política y cultural existente en “la capital de la cultura maya” resulta favorable para la realización de una celebración/conmemoración de 2010 como una actividad de todos, se podría contribuir a la educación y formación de ciudadanía con identidad, a interesarnos a todos por la historia que sistematiza lo bueno y lo malo, la que enseña que es mejor la convivencia pacífica que nos permite seguir construyendo patria.

lunes, 19 de octubre de 2009

ACAMAYA Y LOS 517 AÑOS DE RESISTENCIA



En el marco de las jornadas organizadas por la Academia de la Lengua y Cultura Mayas de Quintana Roo para conmemorar los 517 años de la resistencia y la identidad maya se realizó recientemente la conferencia “La lengua y la cultura maya como base para una propuesta metodológica para el desarrollo de la interpretación legal” que sustentaron en la casa de la cultura de esta ciudad los doctores Fidencio Briceño Chel y Antonio García Zúñiga.

Los investigadores del INAH delegación Yucatán, quienes al final del evento tomaron protesta como miembros honorarios de la Academia quintanarroense explicaron a un grupo de intelectuales mayas las diferencias que existen entre la interpretación que se realiza en discursos orales y la traducción de documentos escritos como actas, bandos, leyes, etc.

Destacaron que según los derechos lingüísticos de los pueblos indígenas establecidos en la Ley General que dio origen al INALI se establece que las lenguas mexicanas originarias deben usarse y son oficiales en las regiones donde se han asentado históricamente y que por lo mismo las instituciones de salud, educación, de procuración e impartición de justicia deben generar políticas públicas para hacer valer esos derechos ciudadanos.

Saludaron que la Acamaya este trabajando en la profesionalización de sus miembros ya que en agosto, coordinados con la UIMQROO, y el INAH realizaron un diplomado; e informaron que en Yucatán varias instituciones están sumando esfuerzos para capacitar en seminarios a los aspirantes a la certificación como intérpretes o traductores en juzgados.

En ese marco, el presidente de la Academia Juan Antonio Alonzo Díaz comentó que el secretario de esta organización quintanarroense, Gaspar Maglah Canul ya se encuentra haciendo interpretaciones para personas mayahablantes que así lo requieren a petición del juzgado segundo federal con el apoyo de la judicatura federal.

Briceño Chel retomó que no es sencillo hacer traducciones a lenguas indígenas porque el idioma maya se vale de recursos propios de la cultura y la cosmovisión, por lo que la conformación del sentido de los conceptos en maya van más allá de un significado simple. Entra en juego lo pragmático, lo cognoscitivo, lo lingüístico y lo cultural, que en conjunto modelan los mecanismos de creación y recreación de significados.

“El papel del intérprete implicará tomar en cuenta todos estos detalles para saber las palabras y el lenguaje a utilizar pues un evento como el que implica la interpretación jurídica se trata de espacio, tiempo y contexto ritualizados, por lo que la lengua se vuelve también especial, por estar conformada por los componentes propios de la comunidad de la que se forme parte”, concluyó Briceño Chel.
BOLETIN DE ACAMAYA