Grupo de Trabajo para Preparar el Proyecto de Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas
Las Posiciones de Canadá y los Estados Unidos que manifiestan reservas y oponen el consenso son Inaceptables
Respuesta del Cónclave de los Pueblos Indígenas de las Américas
15 de Abril del 2008*
El Cónclave de los Pueblos Indígenas solicita cordialmente que la siguiente intervención sea incluida como parte del registro oficial de esta reunión.
La Organización de Estados Americanos (OEA) es una agencia regional vital, comprometida a los Propósitos y Principios de las Naciones Unidas. El sistema inter-americano de derechos humanos goza de una fuerte tradición e historia de iniciativas progresivas para promover y proteger los derechos humanos. Los Pueblos Indígenas de las Américas han reafirmado constantemente su apoyo a la OEA. Este Grupo de Trabajo fue creado por la Asamblea General de la OEA y su mandato y su proceso deben ser respetados por todos los participantes.
El 13 de septiembre del 2007, la Asamblea General de la ONU votó y aprobó con una inmensa mayoría la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. De los 35 Estados en las Américas, solo Canadá y Estados Unidos votaron en contra.
La Declaración de la ONU es instrumento universal de derechos humanos. El Artículo 43 afirma que “Los derechos reconocidos en la presente Declaración constituyen las normas mínimas para la supervivencia, la dignidad y el bienestar de los pueblos indígenas del mundo.” Este Artículo fue aceptado para adopción provisional por todos los Estados y Pueblos Indígenas en el establecimiento de normas de la ONU, incluyendo Canadá y Estados Unidos.
En la Reunión de Reflexión de la OEA en Noviembre del 2007 en Washington D.C., Canadá planteó que “El Gobierno de Canadá no puede aceptar que el Texto de la Declaración de la ONU sea el punto de partida o resultado mínimo para esas negociaciones [Sobre un proyecto de Declaración Americana]. El intento de imponer el texto de la Declaración de la ONU condena esas negociaciones al fracaso.” A pesar de esta intervención la mayoría de los Estados Americanos en la Reunión optaron por reafirmar sus compromisos internacionales con el fin de seguir negociando el proyecto de Declaración Americana.
En la intervención presentada el 14 de Abril del 2008, Canadá reiteró su objeción y además indicó que trataría de bloquear el consenso si no se cumpliera con los siguientes requisitos: “el documento adoptado indicaría que Canadá no dio su apoyo” y que la Declaración incluyera “Un entendimiento explícito que el texto de la Declaración no aplicaría a Canadá”
Estas condiciones son inconsistentes con el estado de derecho, el derecho internacional y el antecedente nacional en Canadá y son, por esta razón, inapropiados, inaceptables y discriminatorios. En sus fallos sobre Derechos Humanos, las cortes de Canadá tienen libertad para invocar y fundamentarse en una serie de instrumentos internacionales, incluyendo declaraciones. De hecho, Canadá esta solicitando que la OEA altere el estado de derecho dentro de un Estado Miembro.
Además, Canadá busca establecer un antecedente peligroso dentro de la OEA. Es decir, propone que cualquier Estado que quiere oponerse a la adopción de cualquier declaración dentro del sistema interamericano, podría simplemente oponerse y de esta manera evitar su aplicación nacional. Esto socavaría totalmente el principio de la cooperación internacional que es un elemento Fundamental de la Carta Magna de la ONU y la Carta Magna de la OEA. También socavaría la evolución progresiva de los derechos humanos en el hemisferio.
Dentro de la OEA, la búsqueda de consensos es el procedimiento preferido. Sin embargo, bloquear el consenso no puede ser aprovechado por parte de cualquier Estado miembro como un derecho a veto para imponer medidas regresivas. Sería abusivo que un Estado miembro bloqueara el consenso sobre el proyecto de Declaración Americana, para tratar a persuadir a otros Estados a abandonar sus compromisos en mantener los estándares mínimos de la Declaración de la ONU.
Cabe señalar que la minoría del gobierno de Canadá está desafiando una Moción adoptada el 8 de abril del 2008 en el Parlamento Canadiense. La Moción plantea:
Que el gobierno avala la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 13 de Setiembre del 2007 y que el Parlamento y el Gobierno apliquen los estándares contenidos en la misma.
Con todo respeto, instamos a la OEA y sus Estados miembros a negar apoyar las acciones no democráticas del gobierno canadiense. Como afirma la Carta Democrática Interamericana. “Los Pueblos de las Américas tienen derecho a la democracia y sus gobiernos tienen la obligación de promover y defenderla.”.
El Cónclave de los Pueblos Indígenas también toma nota que la posición de los Estados Unidos ha deteriorado de la reserva general expresada en la décima sesión de negociación celebrada en abril de 2007 en Bolivia. En aquel entonces, los EEUU indicó que informaría en una fecha posterior si podría aceptar o no los resultados de la sesión, pero nunca lo hizo.
Hoy, los Estados Unidos tomó la palabra y no solamente reservó su posición sobre el texto final, pero informó también que “no se sumara a cualquier texto que se puede aprobar o proponer en el texto del Presidente” como resultado de la 11va sesión y que se reserve su posición sobre el texto final. La negación de los EEUU a participar de una forma constructiva en el proceso de negociaciones viola su deber a consultar con las naciones indígenas soberanas y cumplir con sus obligaciones bajo los tratados con estas naciones indígenas.
El Cónclave de los Pueblos Indígenas de las Américas lamenta que Canadá y los Estados Unidas siguen irrespetando este proceso y los derechos humanos de los pueblos indígenas lo cual pone en peligro lo que hemos logrado hasta la fecha. En este sentido, las posiciones de poner “reservas” por parte de estos dos Estados, constituye un veto anticipado sobre el consenso que estamos construyendo con la gran mayoría de Estados y representantes de los Pueblos Indígenas para que el Proyecto de la Declaración Americana sea consistente con la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Los Pueblos Indígenas que participan en este proceso hacen un llamado a Canadá y los Estados Unidos a retirar sus reservas para no bloquear el consenso y tener una actitud constructiva para asegurar la aprobación oportuna de la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas que reconozca nuestros derechos humanos fundamentales. Deben respetar los principios subyacentes de la cooperación internacional y solidaridad de la OEA.
Esperamos trabajar con todos los Estados para adoptar una Declaración fuerte y contundente que responda a las aspiraciones y necesidades de los Pueblos Indígenas de las Américas.
* ENVIADO POR ANITA TZEK, MAYA DE BELICE PRESENTE EN LA CONCLAVE
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