En México, en la región maya, los abuelos cuentan como trabajaban con los yuumtsilo’ob, los dioses mayas (por ejemplo, Yuum Cháak, Yuum K’aax o Juan del Monte, los Aluxes). En la temporada del chicle, Juan del monte les llenaba la bolsa con esta preciada resina, y cuando los chicleros se propasaban este yuumtsil les ponía un alto, les hacía ver cosas raras, les daba dolor de cabeza, etc.. En la temporada de la milpa Yuum Cháak les regalaba agua y los aluxes les cuidaban las siembras, y cuando descuidaban a estos yuumtsiles, se marchitaban los sembrados, el dueño de la milpa se enfermaba de cólicos, dolor de cabeza, dejaba de llover etc.. A los cazadores también les ayudaban a cazar y cuando se les pasaba la mano a estos, cazando de más, se perdían en la selva y los familiares tenían que celebrar la ceremonia del sak ja’ para que los regresara a casa. Los abuelos hacían un convenio con Juan del monte y los Aluxes; platicaban con ellos, comían con ellos, relajeaban con ellos, se hacían sus amigos, pero cuando no les cumplían a estos personajes espirituales, se los recordaban con una enfermedad; entonces iban con él j-men que intercedía por los abuelos y quedaban bien.
Para agradecer los cuidados de los Yuumtsilo’ob, se les ofrecían las primeras cosechas acompañadas de ceremonias y rezos, comidas. Los primeros elotes cosechados eran muy preciados, estos se rezaban y se ofrecían simbólicamente y luego se regalaban a los que asistían o a la gente del pueblo.
Los campesinos, los chicleros y los cazadores de ahora se quejan que no llueve, los árboles de zapote explotados que quedan están secos, ya no rinden con resina para el preciado producto: el chicle, los animales ya no aparecen porque ya nadie practica la ceremonia y ya no tienen contacto respetuoso con la naturaleza. Ahora los papás les dicen a sus hijos “No pises la tierra”, “Te puedes enfermar”, me pregunto cómo nos podemos enfermar de la tierra; ella nos da todo lo que necesitamos, lo que nos enferma es la contaminación que hacemos al tirar pañales desechables, plásticos y demás basura en la selva, quemar y talar árboles que producen el aire puro.
Los niños ya no saben quienes son los yuumtsilo’ob, las deidades o duendes mayas; poco saben de la existencia de estos seres naturales y este dato resulta de importancia, porque si no retomamos lo que hacían antes los abuelos, dentro de poco tiempo ya no existirá nuestra tierra.
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